sábado, 20 de octubre de 2012

Chinchilla embarrada

A día de hoy para nuestro grupo, el hecho de ir a chinchilla es de lo mejor que se puede hacer, para unos es sinónimo de esfuerzo y sufrimientos, mientras que para otros es diversión y adrenalina, a si que bajo la advertencia de lluvia, El Pelirrojo, Titiano, mi hermano y yo hemos decidido salir hacía aquellas tierras para subir las culebras, bajar la senda de la oveja y de paso hacer un par de sendas ademas de la del agua. A eso de las 16:45 y tras darle aire a mi rueda delantera y cambiar los pedales normales por unos automáticos a la bici del pelirrojo, no hemos puesto en marcha con una suavísima y finísima llovizna que no nos detenía. El terreno mejor de lo que nos pensábamos, con algún que otro charco y algo de barro en sus comienzos, pero conforme quemábamos kilómetros el firme parecía mejorar, pero aun así las finas ruedas delanteras de 1,95, igualaban el grosor de las 2.0 e incluso mayores, esto cambiaría al llegar al inicio de las Culebras, y entre las piedras y escalones la tierra se despegaba de las ruedas. Aquí llegaba el momento clave para titiano y el pelirrojo, se enfrentarían a la subida mojada y en ocasiones técnica que ofrece la senda de las culebras, pero primero El Pelirrojo poniendo escasas veces el pie en el suelo, en parte por sus nuevos pedales automáticos, y después titiano con algo mas de esfuerzo y sufrimiento hacían cima. Tras un breve descanso para coger aire y beber agua, encarábamos la bajada para llegar a la Senda de la oveja, donde las piedras sueltas han jugado malas pasadas a los "nuevos" y han tenido que reducir la velocidad. Ya en Chinchilla, y tras un descanso para el bocata y la merienda (esto solo lo he disfrutado yo) hemos tirado para las sendas, y como es costumbre para salir de vuelta hacia albacete, primero mi hermano y yo hemos realizado la Senda "maldita" con éxito y directamente hacía la del agua, donde El Pelirrojo ha podido saber hasta donde llega su suspensión y en general su bicicleta en esta trepidante senda, donde a podido saborear la adrenalina que descargaba en cada curva. Con la noche ya encima nos hemos dirigido por la vía de servicio como es costumbre hacía casa, no sin antes esquivar varios charcos y meternos en otros para dejar las bicis en perfecto estado de bici de montaña, con mucho barro como ami me gusta. Al final entre unas cosas y otras mi cuentakm ha marcado 51 km, con un desnivel de 600 metros que para los que empiezan a descubrir la montaña no esta mal. http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3506865












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